Grisom fue rescatado de la calle cuando solo era piel y pellejo, sin apenas pelo, con una grave dermatitis por una grave infección en la boca y excesivo babeo, también tenía un absceso de infección en la cara, por lo que no podía apenas comer y estaba a punto de morir solo en la calle.
Precisó de ingreso en la clínica tras su rescate, con curas de limpieza diarias, poco después, las curas pudieron espaciarse más y ya está recuperado. Fueron extraídas varias piezas dentales y las lesiones tanto de llagas en la lengua y paladar, como el absceso de la cara han cicatrizado. Ya está recuperando peso, pelo y apenas tiene babeo. Conforme gana fuerza y defensas su organismo se está equilibrando y recuperando la salud.
Es un gato independiente, con carácter tímido en su relación con las personas pero amigable con la compañía de los gatos de su sala. Suele ser huidizo con las personas pero poco a poco permite caricias y la cercanía física de los voluntarios. Es un gato que ha pasado muchas penurias, con amor y cariño mejorará su miedo con la gente. Le encanta tomar el solecito y dormir sobre mantas calentitas. Come tanto pienso como comida húmeda y le gustan las chuches. Suele dormir junto al resto de gatos de la sala.
Sexo: macho
Color: gris y blanco
Enfermedades: positivo a inmunodeficiencia felina (positivo FIV)
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