Mandarina es una gata callejera que permaneció controlada en una colonia hasta que pudo entrar en el refugio. Ahora se recupera de su vida en la calle y poco a poco va acostumbrándose a las personas.
Es una gata cariñosa, tímida y mimosa. Se lleva genial con todos los compañeros de su sala. También disfruta de sus momentos de independencia, le encanta tumbarse a tomar el sol, disfruta con los premios de chuches y comida húmeda que le traen los voluntarios.
En su revisión en el veterinario dio negativo en enfermedades inmunodeficiencia y leucemia felina. Mandarina es muy sociable es apta con niños y perros. Es una gata joven, sana, curiosa, exploradora y tranquila. Merece un hogar donde ser feliz.
Sexo: hembra
Color: atigrada y blanca
Negativa en enfermedades
La enviamos a cualquier parte de la Península.
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