Amaya fue recogida por una chica y resultó tener chip, llevaba perdida ya tiempo y el dueño no quería recuperarla y la cedió. Esta chica se ocupó de cuidarla hasta que pudo venir a nuestro refugio. Los acercamientos con otros perros fueron progresivos ya que tenía mucho estrés acumulado y eso le pasó factura, ahora se relaciona bien con machos y hembras. Es muy inteligente, aprendió las órdenes básicas, es obediente y cariñosa con quién conoce y tiene confianza. Necesita una familia con experiencia en perros grandes y el carácter propio de un pastor. No conocemos mucho más sobre la vida anterior de Amaya, en nuestra experiencia con ella se a visto que tiene miedo a ciertas personas, en su mayoría hombres.
Es una perra activa, le gusta salir de aventuras al campo, meterse en el río y recorrer la montaña. En viaje en el coche va tranquila, al igual que en casa está relajada, los días que pasa con los voluntarios en su casa ella se porta genial. Es una perrita buena que necesita un compromiso para trabajar con sus miedos, poder confiar en su familia, relacionarla mucho con humanos y otros perros. No compatible con animales de compañía/ mascotas como pájaros, conejos, roedores...
No se lleva bien con gatos.
Me encanta la mirada de Amaya
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